miércoles, 29 de abril de 2009

DE LA CORRECCIÓN A LA ULTRACORRECCIÓN

Como bien sabemos, el público lector se ha vuelto cada vez más exigente con los libros que compra, es por eso y aunque parezca un poco repetitivo que el editor debe de estar presente y al tanto de los aspectos que tienen que ver con la producción del texto.

La misión del editor, no sólo se limita a un trabajo dentro de la empresa editorial, sino que se debe de involucrar con el público, por esta razón debe de tener como premisas el educar, el divulgar y el informar; no se debe de limitar a solamente una venta desmesurada de libros, sino debe de adquirir una responsabilidad seria con la gente que se encuentra del otro lado.

Así mismo el editor tiene la responsabilidad de dar a conocer diferentes medios y modos de expresión, para que la gente tenga el conocimiento de ellos y de su uso de forma adecuada.

Cuando hablamos de modos de expresión, nos referimos a los anglicismos, los tiempos de los verbos, los tecnicismos y demás formas que tiene la lengua para su desarrollo y el habla de las personas, y es precisamente aquí de donde viene la hipercorrección.

Es cierto que dentro de las empresas editoriales se debe de cuidar que exista un lenguaje pulcro y adecuado para el público lector, sin embargo no siempre es necesario caer en términos que sean demasiado “limpios” sino que se debe de escribir con un lenguaje más coloquial para que este pueda ser mejor comprendido.

Cuando nos referimos a la pulcritud, estamos hablando de la forma en la que se utilizan también los modos y tiempos verbales, por ejemplo y como lo mencionaba el texto, el copretérito da menos seriedad a un texto, pero entonces, ¿cómo saber qué es lo adecuado y qué no lo es? Esa es una tarea que le corresponde al editor, y si bien es complicado determinar que lenguaje se empleará ellos tienen la última palabra.

En cuanto a los tecnicismos estos son más recurrentes en libros especializados, es complicado que se encuentren dentro de alguna obra literaria, sin embargo, también existen los llamados anglicismos los cuales son meramente imitación de los idiomas de otros países que simplemente deforman la lengua y no son necesarios dentro de un texto.

Estos lo podríamos ver ejemplificado con el famoso spanglish, el cual, en los últimos años ha tomado gran fuerza en el sur de Estados Unidos y el norte de nuestro país, lo que hace que el español y el inglés se complementen y ambas lenguas se deformen.

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